México da el primer paso y ratifica el nuevo acuerdo de libre comercio
Una relación que avanza en una montaña rusa con los mismos altibajos que caracterizan a los circuitos de esta atracción. Uno de los tantos ejemplos de ello lo podemos ver en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, conocido como NAFTA por sus siglas en inglés. Un acuerdo que anunciaban México, Estados Unidos y Canadá desde Washington el 12 de agosto de 1992, y que, tras 389 reuniones de trabajo, se establecía como el mayor bloque económico del orbe, entrando en vigor el 1ro de enero de 1994.
Hoy, tras más de dos décadas de la firma de este acuerdo inicial, y de otras tantas largas reuniones para renovaciones y modificaciones, México se convierte en el primer país que ratifica el nuevo tratado de libre comercio entre estos tres países. El Senado mexicano con 114 votos a favor, cuatro en contra y sólo tres abstenciones, dio luz verde al T-MEC, que sustituirá al NAFTA.
Un acuerdo que los presidentes de los tres países firmaron a finales de 2018 tras casi dos años de intensas negociaciones, debido principalmente a la política proteccionista del presidente estadounidense Donald Trump, que incluso anunciaba su posible salida del TLCAN, cuando en plena renegociación del tratado en agosto de 2017 lo calificaba como «el peor» acuerdo comercial en la historia de su país.
Y es que, la aprobación de los senadores mexicanos llega en plena resaca de la crisis diplomática abierta que sostienen México y Estados Unidos, tras las amenazas arancelarias de Trump, que suponen una tarifa del 5% a los productos mexicanos, si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no toma mayores medidas para frenar la migración masiva de centroamericanos. Una medida que, aunque de momento ha quedado suspendida, tiene encaje aun tras la ratificación de este nuevo acuerdo, pues el mandatario estadounidense mantiene la carta de posible imposición amparándose en la vía de la emergencia nacional.
Así, en medio de estas tensiones que marcan el contexto de las relaciones actuales entre Estados Unidos y México, se produce esta demostración reiterada de la nación mexicana de mantener relaciones de amistad y cooperación para el desarrollo con ambos países. Sin embargo, la ratificación del Congreso mexicano es solo el primer paso, pues para que el T-MEC (USMCA por sus siglas en inglés) entre en vigor, tiene que ser ratificado en los parlamentos de los tres países de América del Norte.
México cuenta con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 46 países (TLCs), 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) con 33 países. El comercio entre México, Estados Unidos y Canadá fue de $1.4 trillones de dólares en 2018, promedio de $3.8 billones diarios, de acuerdo con la Cámara de Comercio en Estados Unidos. Según esta misma institución México es el principal socio comercial de Estados Unidos, al primer trimestre del año, el segundo mercado internacional de productos agrícolas de Estados Unidos y su mayor fuente de importaciones.
Son solo algunas cifras que dan cuenta de la importancia de la integración comercial entre los dos países y también en la región. Una vez más México da el primer paso hacia el fortalecimiento de la cooperación internacional en materia económica, y en particular en la región de América del Norte. A la espera queda entonces las correspondientes ratificaciones en los parlamentos estadounidense y canadiense.
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